miércoles, 14 de septiembre de 2011

¡Al loro!


En las prisiones se llama al transistor "loro", y cuando un preso le pide al otro que le deje el referido transistor, suele decirle: "Déjame el loro, para oír las noticias de las doce". Y, como es de suponer, el que tiene siempre pegado el transistor a la oreja tiene que estar bien informado. De donde estar "al loro" es sabérselas todas.


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