El trabuco es un arma de fuego de avancarga, de grueso calibre, con un cañón corto y usualmente acampanado.
Para cargar el trabuco se procedía de la siguiente forma:
- Se introducía pólvora negra dentro del cañón, por la boca de éste.
- Luego se la compactaba, presionándola contra el fondo del cañón.
- Se introducía la estopa por la boca del cañón para aprisionar la pólvora.
- Después se colocaba la bala o munición, dentro del propio cañón.
- Por último, había que poner pólvora fina en el oído de la chimenea, que comunicaba el mecanismo de disparo con la carga.
- De esta forma ya estaba listo para ser disparado. Al hacerlo, se esperaba que las chispas producidas por el pedernal prendiesen la pólvora, lo que muchas veces no sucedía (debido al humedecimiento de la pólvora).
- Una vez disparado, se reiniciaba el procedimiento de carga.
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