Es fantástico. Jamás pensé vivir para verlo: el romance del príncipe Felipe y Letizia convertido en serie de tv. Una historia de amor conmovedora, épica, espectacular...
Dos mundos diferentes, dos seres humanos, un hombre, una mujer, un abismo social, una historia de amor inevitable, un final de cuento... dos vidas uniendo sus destinos para un proyecto transcendental: catapultar la monarquia española a través del siglo XXI.
Y atencion a los titulares de la prensa del dia.
Yo también quiero felicitar al actor.
Su interpretación es antológica.
Jamás, en toda su carrera, alcanzó ni alcanzará registros ni matices tan intensos.
Seguro que le ha resultado muy difícil deshacerse del personaje, de esa personalidad tan abrumadora del monarca, que ha mimetizado con todo éxito.
Me lo he creído. Era el rey de verdad. Tan campechano, tan marcial. Con ese puntito tan borbónico al vocalizar, con ese deje nasal como de no darse importancia, con ese caminar de "llevo puesto algo muy prieto" y esa mirada extraviada de estar completamente seguro de que no recuerda dónde ha dejado el móvil, pero tranquilos, que no lo ha perdido.
De la reina prefiero no hacer comentarios. El rey ya dijo de ella que era una gran profesional. Y, tratándose de una de las primeras trabajadoras llegadas a España desde el extranjero, ya en los años sesenta, es el mejor ejemplo de superación para todas las mujeres inmigrantes de la actualidad.
El resto de la familia está tratada con un respeto exquisito. Evidentemente, se ha suavizado su nivel intelectual para hacerlo asequible a una audiencia que, mayoritariamente,aún sufre los estragos de la LOGSE y a duras penas se maneja con el windows a nivel de usuario.
Y que decir de los protagonistas. La química que desprenden traspasa la pantalla del televisor.
Su historia de amor conmueve, su determinación enternece incluso al más republicano corazón.
La atractiva presentadora del telediario, sexy y distante. El simpático mozalbete Capitán General de los tres ejércitos.
La estupenda periodista siempre pendiente de la última noticia que llegaba a la redacción. El sereno muchacho que de niño no pudo jugar al fútbol porque siempre había algo que inaugurar.
La jovencita inocente recién llegada a Madrid, cargada de ilusión y de embutidos asturianos. El hombre condenado a vivir siempre al servicio de la patria, viajando por el mundo, estudiando en el extranjero, trabajando con ahínco en... viajando por el mundo, estudiando en el extranjero, esforzado y sacrificado en... viajando por el mundo, estudiando en el extranjero, sin descanso, sin vacaciones... viajando por el mundo, estudiando en el extranjero...
La serie promete, y visto el éxito, son múltiples las posibilidades que la familia real puede aportar al mundo de la ficción televisiva:
"Marichalar, la verdadera historia: yo me acosté con la Infanta Elena"
"Todos eran nietos del rey"
"Sofía, la profesional"
"Juan Carlos I, el día después,que paso el 24 F"
"Felipe y Letizia, 2ª parte: a por el niño"
Y un montón más de títulos posibles para dar continuidad a lo que ya podemos considerar, no una simple serie de televisión, sino el inicio de una autentica saga.
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