sábado, 30 de octubre de 2010

Beneficios del sexo (2)

Ya he hablado de los beneficios del sexo en una entrada anterior.
Hemos visto que contrastados estudios científicos certifican  las  numerosas  ventajas físicas,  psíquicas y sociales  que la práctica sexual nos aporta: el sexo previene las enfermedades cardiovasculares, es un completísimo  ejercicio, es relajante, produce bienestar, incluso euforia, ayuda a dormir mejor, a regular el ciclo menstrual, funciona como analgésico, equilibra el colesterol, es antihistamínico, revitaliza, nos hace bellos, alegres, mejora nuestro cuerpo, nuestra mente, etc.
Parece razonable esperar que la persona que mantiene una actividad sexual frecuente, saludable y placentera, exteriorice todos los beneficios anteriormente expuestos en su relación con su pareja, con el mundo, con los demás.
Ante esta verdad científica quedan en evidencia algunas cuestiones que llaman poderosamente la atención.



¿Quién, después de una apasionada noche de sudar con su pareja, en un exaltado encuentro de pasión y desenfreno, lanzado desde el trampolín del placer una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…?
Quién en esas condiciones puede llegar por la mañana al despacho  y decir:
.-Avísame al gabinete económico que le vamos a bajar el 5% de sueldo a TODOS los funcionarios de este país ¡Se van a enterar!, y a los jubilaos les vamos a congelar las pensiones, ¡por el artículo 33! Y, ¿Dónde he puesto la carpeta de la reforma laboral?, ¡que se me están ocurriendo una barbaridades!
Por cierto, me están dando unas ganas de cambiar de ministros…


¿Hay alguien  que, después de un prolongado y sensual encuentro amoroso, tras una agitada noche de alegorías gimnásticas y recónditas humedades, proyectado desde el sencillo susurro hasta el gemido más arrebatado, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez…?
¿Hay alguien  que en esas condiciones llegue por la mañana al despacho, pida que le pongan con Tejas y diga:
.- ¡George!, Estamos contigo, George. Ahora mismo te mando para Irak a la Legión, a la selección de waterpolo, a la fragata Fernando VII  y a un destacamento de élite de la Guardia Civil de tráfico, con radar y todo…
Nada, nada, ningún problema, aquí se han manisfestao cuatro jipis,  unos titiriteros, los de la academia de cine, cuatro lesbianas y… maricones apenas cinco, por el culo te la...


En fin,  se me ocurre algún ejemplo más, pero, con lo visto, queda ya en evidencia lo poco o lo mal que follan algunos en este país. No digo ya nada de hacer el amor bien o mal. ¡Que mira que es difícil hacer mal el amor cuando de verdad se hace!
Quiero hacer hincapié de nuevo en los maravillosos efectos secundarios del sexo. Se pueden recordar aquí.
Y abogar porque, vistos los impresionantes beneficios que aporta la actividad sexual, se la haga obligatoria.
Y más para los que gobiernan.
Porque, cuando falla el tema, son tan aparatosas las consecuencias…
¿verdad; Mariano?


1 comentario:

すみません dijo...

Jajajaja, pues parece que le hayas pillado de lleno, por lo menos haciendose una pajilla. Que en este país hay muy mal follado/a se sabe hace tiempo. Solo hay que mirar las caras de muchos por las mañanas... O escucharles ladrar en lugar de hablar.

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